Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha invitado a familiares de personas asesinadas por inmigrantes indocumentados a su primer discurso ante una sesión conjunta del Congreso, como hizo durante su campaña electoral.
Entre los invitados especiales del presidente y la primera dama Melania para el discurso de hoy estará Jamiel Shaw, padre de un joven asesinado en 2008 por un inmigrante indocumentado y orador habitual durante la campaña de Trump para defender su duras políticas migratorias.
Su hijo, Jamiel Jr, “era una estrella de fútbol americano en la educación secundaria antes de recibir un disparo trágico por parte de un inmigrante indocumentado, que era miembro de una pandilla”, explicó la Casa Blanca en un comunicado.
Jamiel Shaw fue uno de los oradores de la Convención Nacional Republicana que oficializó a Trump como candidato a la Casa Blanca en 2016 y apareció con frecuencia en sus actos y anuncios de campaña como defensor de sus propuestas migratorias.
También se sentarán hoy en el palco junto a la primera dama para escuchar el discurso del presidente a partir de las 21.00 hora local (02.00 GMT del miércoles) Jessica Davis y Susan Oliver, viudas, respectivamente, del detective Michael Davis y del sheriff adjunto Danny Oliver.
Ambos fueron asesinados por un inmigrante indocumentado cuando estaban de servicio como policías del estado de California, según la Casa Blanca.
“Sus nombres quedaron honrados en la ley Davis-Oliver, que busca incrementar la cooperación entre los funcionarios federales y los locales para hacer cumplir nuestras leyes de inmigración”, indica el comunicado.
Otra de las invitadas especiales del presidente será Maureen McCarthy Scalia, viuda del fallecido juez conservador del Tribunal Supremo Antonin Scalia.
Junto a ellos estarán protagonistas de dos historias de superación: Megan Crowley, que sobrevivió a un diagnóstico severo de la enfermedad de Pompe gracias a la iniciativa empresarial de su padre para buscar una cura; y Denisha Merriweather, la primera de su familia en graduarse de la universidad gracias a un programa de crédito de Florida, según la Casa Blanca.
Antes de su intervención ante el Congreso, Trump recibirá hoy a esos invitados en el Despacho Oval.
La diferente visión de la inmigración entre republicanos y demócratas se evidenciará hoy en el Congreso: mientras Trump invita a familiares de víctimas de inmigrantes indocumentados, los legisladores de la oposición estarán acompañados por jóvenes inmigrantes en situación irregular que llegaron al país cuando eran niños.
Se trata de jóvenes beneficiarios del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), promulgado por decreto en 2012 por el expresidente Barack Obama y que ha servido para frenar la deportación de 750.000 jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños.
Por el momento, Trump no ha tocado todavía este programa dentro de sus órdenes ejecutivas sobre inmigración porque, según ha reconocido, “es uno de los temas más difíciles” y ha prometido encararlo “con corazón”.
Uno de los mensajes centrales de Trump desde su campaña electoral es relacionar la inmigración irregular con los crímenes para justificar la necesidad de una política migratoria más dura, pese a que las estadísticas oficiales no sostienen sus afirmaciones.
En sus medidas ejecutivas sobre inmigración de enero, el presidente ordenó crear una “oficina para las víctimas de crímenes cometidos por extranjeros en situación irregular”, con la misión de ayudar a las familias de las víctimas y hacer informes sobre esos delitos.
Además, en otra sección ordenaba publicar un informe semanal con una lista de crímenes cometidos por inmigrantes indocumentados y nombrar a las jurisdicciones que “ignoraron” las peticiones de detención de dichos individuos.
Todo ello con el objetivo de “informar mejor al público sobre los riesgos para la seguridad pública que presentan las jurisdicciones santuario”, como se denomina a las que protegen a inmigrantes indocumentados de la deportación. EFE.
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