El presidente de EE UU cree que el anterior Gobierno interceptó las llamadas de sus oficinas en Nueva York
Presidente Donald Trump, este 3 de marzo, en Orlando. JOE BURBANK |
Sin pruebas, sin datos, pero lleno de rencor. El presidente de EE UU, Donald Trump, ha acusado a su antecesor de interceptar sus comunicaciones antes de las pasadas elecciones de noviembre. En un tuit, publicado a las 5.35, hora local, Trump ha asegurado que se grabaron conversaciones en sus oficinas en Nueva York. "Que bajo cayó el presidente Obama para grabar mis teléfonos durante el sagrado proceso electoral. Esto es Nixon/Watergate", bramó en Twitter.
El ataque no tiene precedentes y hunde sus raíces en el escándalo de espionaje ruso que cerca a Trump. Las investigaciones han destapado las numerosas reuniones que miembros del equipo del actual presidente mantuvieron con representantes del Kremlin mientras el Partido Demócrata era objeto de una campaña de ciberataques orquestados desde Moscú y destinados, según los servicios de inteligencia, a favorecer a Trump y desacreditar a su rival Hillary Clinton. Personaje central de esta trama fue el embajador ruso, Sergei, Kislyak. Los contactos con el legado ruso le costaron el puesto al consejero de Seguiridad Nacional, Michael Flynn, y esta semana han llevado al fiscal general, Jeff Sessions, a inhibirse de todas las investigaciones abiertas sobre la campaña y la conexión rusa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario